En la conmemoración del 34º aniversario del "Bautismo de Fuego" de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), se recordó a los caídos en servicio y honraron a los que "entregaron su espíritu en el territorio de las islas Malvinas".
En la plaza de marca de la Base Aérea Militar de la ciudad se realizó la ceremonia conmemorativa del 34º aniversario del “Bautismo de Fuego” y desfilaron los veteranos de guerra.
Después de cantar las estrofas del Himno Nacional Argentino, ejecutado por la banda de música “Santa Bárbara”, el obispo diocesano monseñor Antonio Marino recordó a los caídos “para que puedan descansar en paz” y se encomendó a “nuestra señora de Loreto para que ruegue por nosotros”.
Acto seguido, y ante la presencia del intendente municipal, Carlos Arroyo; los secretarios de Salud, Gustavo Blanco; de Gobierno, Alejandro Vicente; de Desarrollo Social, Vilma Baragiola; del jefe de la Policía Local, Fernando Telpuk, y del titular de la Base Naval, comodoro Guillermo Repetto, entre otros, se leyó el mensaje del brigadier mayor veterano de la guerra de Malvinas y jefe del Estado Mayor general de la Fuerza Aérea Argentina, Enrique Amrein, que honró a “nuestros héroes que combatieron por la Patria en el conflicto del Atlántico Sur” y destacó “el legado” de los mismos.
“Próximos a conmemorar el Bicentenario de la Independencia -dijo- los valores y principios que llevaron a los padres de la patria a luchar por una nación libre y grande son los mismos que les permitieron a nuestros 55 héroes caídos en combate escribir esa parte de la historia”.
Asimismo, el brigadier mayor recordó que “el 1 de mayo de 1982 la Fuerza Aérea sufría sus primeras bajas e ingresaba en la historia mundial, alcanzando ese raro privilegio de convertirse en una institución probada en combate”.
Si bien reconoció que pelearon en “inferioridad de condiciones”, aseguró que la Fuerza Aérea demostró estar bien adiestrada y motivada”, a la vez que señaló que “el paso del tiempo nos permite rescatar de aquella gesta el profesionalismo y el valor puestos de manifiesto por la totalidad de nuestro personal”.
Seguir luchando
Finalmente, Amrein adelantó que “nos toca enfrentar nuevas jornadas de prueba para la voluntad y el sacrificio” y pidió “honrar la memoria de nuestros héroes caídos en combate, para sobreponernos a las necesidades y dificultades actuales y conservar bien alto el espíritu y la pasión en la noble tarea de reconstruir una institución que es merecedora de las glorias alcanzadas en el Atlántico Sur”.
Previamente, el jefe de la unidad local, comodoro Héctor Biasutti, recordó la historia de la entrada en la lucha de la fuerza que integra y “la valentía, el convencimiento y la determinación de combatir con nuestros nobles 20mm aún acosta de poder ser abatidos en desventaja”.
“Estar sobre un cañón -aseguró- y ver a través de la mira la silueta del avión que se acerca disparando son sensaciones que sólo los protagonistas son capaces de describir con autenticidad y valentía”.
Además, aseguró que la Fuerza Aérea “provocó con su acción que el enemigo no tuviera precisión en sus ataques, ya que fue obligado a operar a gran altura ocasionándole grandes inconvenientes”.
Biasutti reseñó que “el artillero antiaéreo es sinónimo de esfuerzo, trabajo en equipo, camaradería y entrega total”, a la vez que recordó que “hoy honramos a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas que dieron su vida peleando en los cielos australes y a los que entregaron su espíritu en el territorio de nuestras islas”.
Y, después de homenajear a los veteranos de guerra presentes en el lugar, cerró su discurso asegurando que “la defensa antiaérea cuida el nido para que los halcones vuelen”.
Finalmente, se realizó el tradicional desfile de uniformados y veteranos de guerra de Malvinas, para terminar la ceremonia compartiendo chocolate caliente”.